Comentario:
El profesor, en el Zen, no es un profesor de otros, sino más bien un profesor de sí. Cada uno de ellos de sus ademanes y cada una de sus palabras reflejan su estado de iluminación. No tiene metas privadas ni deseo de que las cosas deban ser diferentes de lo que son. Sus acólitos se reúnen a su alrededor, no para proseguirle, sino más bien para absorber su presencia y sentirse inspirados con su ejemplo. Ante sus ojos hallan su verdad reflejada y ante su silencio pueden entrar más de forma fácil en el silencio de sus seres.
El Profesor da la bienvenida a los acólitos, no pues desee dirigirlos, sino más bien pues tiene mucho que compartir. Juntos crean un campo de energía que apoya a cada único individuo, en la busca de su luz.
Si puedes hallar un profesor de esta manera, eres bienaventurado. Si no puedes, prosigue buscando. Aprende de los profesores y de los llamados maestros muévete. “Charaiveti, charaiveti”, afirma Gautama el Buda: prosigue moviéndote.
El profesor en el Budismo es aquel que consigue esparcir los impulsos que proceden del corazón mediante la psique, la aplicación de una filosofía que escapa de la violencia y también imposición es un camino imponente. El poder hallar un por qué razón en todas y cada una de las cuestiones es una cosa que con el tiempo el profesor va logrando hasta el punto de encontrar su totalidad. El ser profesor en el Budismo es conseguir conocerse a pleno a si mismo, no está relacionado con la compañía de las masas, no es como en otras religiones que la maestría está relacionada con las multitudes.
Para conseguir este nivel uno mediante la psique debe encauzar todas y cada una de las energías provenientes desde el corazón, en el momento en que una persona consigue trabajar con ella y consigue separarla del corazón es cuando uno puede percibir la energía precisa para sentirse a pleno a nivel sentimental, por ende está claro que por medio de este camino se cumplen los deseos y solo se halla la paz.
Cuando vemos la palabra Profesor en el camino del Zen no se habla de un profesor de otros, sino se habla de un Profesor de sí. Cada profesor es único, cada quien halla sus ademanes, sus palabras, sus formas de expresión. Las palabras presentes en estos seres majestuosos son verdaderamente iluminaciones que pueden cooperar mucho con personas que se aproximen hacia ellos. Estos maestros no tienen por el hecho de que estar tras majestuosos templos, pueden estar muy cerca de ti, muy cerca de tu hogar, muy cerca de tu trabajo, un profesor no va a mostrar complejidades sino por lo opuesto brindará simplezas. En ellos no se va a ver la solicitud de nada a cambio puesto que no procuran nada de ti, ni nada de absolutamente nadie, solo procuran dentro de ellos mismos. En estos maestros vamos a ver siempre y en toda circunstancia la bienvenida a nuevos acólitos no por estimar tener una pretensión de mando sino más bien por el hecho de que sencillamente tienen mucho para brindar y mucho para compartir.
Si te sale esta carta en tu tirada de Tarot de Osho es pues estás en el camino del bienaventurado, es una auténtica bendición el poder interaccionar con estas personas, solo brindarán cosas para aprender, y siempre y en toda circunstancia te ofrecerán el mensaje a fin de que sigas moviéndote, a fin de que no te estanques, es el instante de que escuches y de que calles esas voces que te torturan en tus actos impetuoso.